La contaminación cruzada es una amenaza real para la salud de los clientes y la seguridad de los alimentos en los negocios hosteleros. Desgraciadamente, hoy en día cada vez son más frecuentes las alergias alimentarias y las intolerancias, por lo que es vital que, si eres dueño de un negocio relacionado con la hostelería, tomes las precauciones adecuadas para prevenir la contaminación cruzada.
En este post, explicaremos en detalle qué es la contaminación cruzada, cuáles son las causas más frecuentes y cómo garantizar la seguridad de los alimentos a través de buenas prácticas de higiene y seguridad.
¡Comencemos!
La contaminación cruzada es la transferencia de bacterias, microorganismos u otros contaminantes de un alimento a otro, o de una superficie a un alimento, que puede provocar enfermedades o reacciones alérgicas en las personas que los consumen.
La contaminación cruzada puede ser directa, cuando los contaminantes pasan directamente de un alimento a otro, o indirecta, cuando los contaminantes se transfieren a través de utensilios, equipos o superficies.
Algunos ejemplos comunes de contaminación cruzada incluyen cortar carne cruda y luego usar el mismo cuchillo para cortar verduras, o tocar alimentos crudos y luego tocar alimentos cocidos sin lavarse las manos.
La contaminación cruzada de alimentos puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo la falta de higiene, la manipulación inadecuada de alimentos y la falta de separación entre alimentos crudos y cocidos.
Debido a ello, se pueden producir dos tipos de contaminación cruzada: directa e indirecta.
Para prevenir la contaminación cruzada, es importante seguir buenas prácticas de higiene, como lavarse las manos con agua y jabón antes de manipular alimentos y almacenar los alimentos crudos en recipientes separados de los alimentos cocidos (nosotros por ejemplo, recomendamos los recipientes Gastronorm para clasificar y ordenar los alimentos).
En la industria hostelera y de restauración se deben seguir protocolos estrictos de seguridad alimentaria para prevenir la contaminación cruzada. Esto incluye la separación de áreas de preparación de alimentos crudos y cocidos, el uso de equipos y utensilios adecuados y la capacitación del personal en prácticas de higiene y seguridad alimentaria.
Veamos cada uno de estos puntos en detalle.
Para tener una higiene adecuada dentro de una cocina de restaurante para evitar una contaminación cruzada, es importante seguir una serie de pasos.
En primer lugar, todos los que vayan a trabajar con la comida del establecimiento deben lavarse las manos con frecuencia y usar guantes desechables cuando manejen los alimentos. Se debe mantener la cocina limpia y desinfectada, especialmente los superficies de trabajo, los utensilios y los equipos.
El lavavajillas en este sentido es un electrodoméstico muy interesante, ya que permite lavados a muy altas temperaturas. La temperatura del agua durante el ciclo de lavado principal suele estar entre 60°C y 70°C (140°F y 160°F), y algunos lavavajillas comerciales incluso pueden alcanzar temperaturas más altas. Estas altas temperaturas son efectivas para matar la mayoría de los microorganismos y ayudan a prevenir la contaminación cruzada.
Por lo tanto, ante todo, limpieza y desinfección de todos los utensilios y lavado de manos para cualquiera que vaya a manipular los alimentos.
La selección de materiales seguros y la limpieza y mantenimiento adecuados de los equipos y utensilios de cocina son esenciales para prevenir la contaminación cruzada. Además, es importante separar los equipos y utensilios utilizados para alimentos crudos y cocidos para evitar la transferencia de contaminantes.
Ejemplos de esto pueden ser:
La capacitación y educación sobre la contaminación cruzada es esencial para prevenir la contaminación cruzada en el hogar y en la industria alimentaria.
Esto incluye concienciar sobre la importancia de la prevención, cómo identificar y prevenir la contaminación cruzada y las responsabilidades de los trabajadores en esta materia.
Lo mejor en este sentido es optar por personal que tenga acreditado el carnet de manipulación de alimentos, ya que durante la formación se añade un bloque específico dedicado expresamente a la contaminación cruzada. De esta manera, te aseguras de cumplir con los estándares de calidad dentro de tu negocio hostelero y no correr riesgos en materia de seguridad alimentaria.
Como puedes ver, la contaminación cruzada es un problema que debe atajarse de raíz si quieres que tu negocio de hostelería prospere. Por suerte, actualmente existen múltiples métodos, utensilios y herramientas para tomar todas las precauciones necesarias y que tus clientes queden plenamente satisfechos y sin preocupaciones por el servicio recibido.
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