¿Cuántos tipos de botellas de vino hay?

Para amantes del vino, la botella se convierte en el elemento ideal para tomar cada copa como una celebración. Tanto su forma como sus colores y símbolos contribuyen a un darle un aire especial y distinto en cada ocasión. Si quieres dar un salto más allá y agasajar a tus invitados con tu conocimiento, echa un vistazo a este post sobre cómo clasificar botellas de vino según su forma, color y tamaño.

Tipos de botellas de vino según su forma

A continuación te mostramos cómo se clasifican las botellas de vino según la forma del embotellado:

Botella bordelesa

La botella bordelesa es el tipo más común dentro de las formas de botellas de vino, probablemente lo encontrarás en cualquier parte del mundo. De hecho, las variaciones que después se han promocionado en el sector han sido utilizando como base esta tipología. 

Las botellas bordelesas son generalmente cilíndricas, más o menos prolongadas, con ángulos muy marcados en la zona conocida como el hombro de la botella y con un cuello más corto que otros tipos de botellas de vino. Es originalmente de la región de Bordeaux, de donde su nombre viene y se utiliza predominantemente para guardar vinos tintos.

Botella borgoñesa

Este es el tipo más antiguo de botella conocido antes de derivar al tipo bordelesa, donde además podemos apreciar en ella tonos verdes y marrones. Aparte del color, se diferencia de la bordelesa por los hombros, que son más caídos y largos.

Botella Rhin

Es la más utilizada para guardar vinos blancos y rosados. Su nombre hace alusión a sus orígenes alemanes, con un cuello alto y prolongado y apenas un poco de curva en los hombros. Suelen tener una gran variedad de colores, desde transparentes hasta verdes o azules.

Botella champán

A simple vista parece más borgoñesa, pero es una botella más gruesa en su elaboración debido a la presión producida por este tipo de bebidas espumosas. El orificio también es algo más grande para facilitar la salida de dicha presión. 

Botella Jerezana

Si te gusta Andalucía, seguro que has visto alguna vez las botellas de Jerez, el clásico tinto andaluz. Sus hombros son muy marcados y el color es negro o casi negro con una opacidad muy alta. 

Tipos de botellas de vino según tamaño

Al igual que ocurre con la forma, cada tamaño tiene también sus peculiaridades (y hay muchos más de los que piensas):

• Benjamín: 0,1875 litros (un cuarto de botella de 0,75 l);
• Tres octavos: 0,375 litros (media botella de 0,75 l);
• Estándar: 0,75 litros (la más común);
• Mágnum: 1,5 litros (el doble de una estándar);
• Jeroboam: 3,5 litros (4 veces la capacidad estándar);
• Rehoboam: 4,5 litros (6 veces la capacidad estándar).
• Matusalén: 6 litros (8 veces la capacidad estándar).
• Salmanazar: 9 litros (12 veces la capacidad estándar).
• Baltasar: 12 litros (16 veces la capacidad estándar).
• Nabucodonosor: 15 litros (20 veces la capacidad estándar).
• Salomón: 18 litros (24 veces la capacidad estándar).
• Souverain: 26,25 litros (35 veces la capacidad estándar).
• Primat: 27 litros (36 veces la capacidad estándar).
• Midas: 30 litros (40 veces la capacidad estándar).

A modo de curiosidad, a partir del tamaño de 1,5 litros (Mágnum), son botellas que se consideran exclusivamente diseñadas para grandes eventos o una forma de decoración, ya que su tamaño y capacidad las hacen imposibles de ser servidas de forma habitual en cualquier restaurante. 

Así mismo, las más pequeñas son habituales para viajes o recorridos en avión, donde la capacidad de los brebajes debe ser pequeña para que te permitan llevarlo como equipaje de mano. Suelen ser ideales como regalo de bodas o como cata. 

Se dice que cuanto mayor es la capacidad de la botella de vino, mejor es su longevidad. En ese sentido, las botellas Mágnum son consideradas de tamaño perfecto para que el vino envejezca con todas las garantías de conservación. Por otro lado, las más utilizadas son la Benjamín, Tres Octavos y Mágnum.

Curiosamente, la mayoría de los nombres provienen de la Biblia.

La importancia del color de las botellas de vino

Aunque puedas encontrar todo tipo de colores cuando acudes a comprar vino a cualquier establecimiento, lo cierto es que es una variable que obedece más bien a criterios estéticos casi siempre.

Eso sí, tiene su importancia si ya hablamos a niveles de conservación y crianzas de vino longevas. Aquellos brebajes que necesitan un mayor periodo de envejecimiento o se conservan mucho tiempo en un mismo lugar, serán los que en su embotellado se escojan colores oscuros como verdes, marrones o negras.

¿Por qué ocurre esto? Porque el vino es fotosensible, es decir, muy vulnerable a las radiaciones ultravioletas, ya que afectan a la calidad del líquido y aceleran su envejecimiento, por lo que no interesa cuando lo que queremos es una crianza larga. Por eso las botellas de vino tinto suelen embotellarse siempre con colores oscuros. 

Sin embargo, no ocurre esto con los vinos blancos o rosados, al igual que con el champán. Son brebajes cuyo tiempo de guardado no suele ser prolongado, de ahí que el vidrio sea transparente y puedas ver su verdadero color.

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